Así dijo el Papa Francisco, en uno de sus tuits, ambientando la convocatoria que hizo para hoy, a unirnos en ayuno y oración por la Paz en el mundo, en el Medio Oriente y en Siria: "Queremos que en nuestra sociedad, desgarrada por divisiones y conflictos, estalle la paz"...
Llama mucho la atención, porque normalmente pensamos que estallan bombas, disparos, balas... ¿Cómo puede estallar la Paz? ¿Es que acaso vamos a lograr la Paz creando más conflictos, promoviendo más bombardeos, azuzando más al hombre?
Aclaremos... Sí tenemos que bombardear al mundo, sí tenemos que azuzar al hombre, sí tenemos que enfrentar la violencia... Pero no de la manera que la entienden los violentos. La Paz tiene caminos diversos. La Paz avanza por el camino del amor, por el camino del entendimiento entre diversos, por el camino del enfrentamiento no-violento contra el violento, por el camino de la "antilógica" del perdón y del devolver bien por mal...
La Paz tiene que estallar, en primer lugar, en el corazón de cada uno de nosotros. "Bienaventurados los que trabajan por la Paz", ha dicho Jesús. Son los que viven en la Paz que da la conciencia de ser amados; de haber entendido que sólo el amor da la verdadera vida, da el verdadero sentido a la vida, da la plenitud; de haber comprendido que el amor no es un producto de consumo personal, sino una realidad de la que somos portadores para disfrutarla, sí, pero que la disfrutaremos mucho más cuando se le hace actuar, cuando se ama a Dios con verdadero corazón enamorado, cuando se da amor a los demás, lo merezcan o no...Los que están convencidos de que dando amor se recibe mucho más amor. Es la misma dinámica que decía el Beato Juan Pablo II sobre la Fe: "La Fe se fortalece dándola". De la misma manera, parafraseando al Beato, podemos decir, "El Amor se fortalece dándolo", "La Paz se fortalece dándola". Es una dinámica sorprendente, opuesta a las leyes del mercado, pero total y absolutamente real...
Si vivimos con la convicción de esa Paz en nosotros mismos, podemos ser multiplicadores de la Paz en los demás... Nos hacemos instrumentos de Aquél que nunca se apareció después de resucitado, sin desear la Paz a sus hermanos: "La Paz sea con ustedes", dando a entender que era el legado principal, la donación que dejó como testamento final a los hombres. Quien vive en el Resucitado, recibe la Paz. Y la recibe para ser multiplicador de ella. No se puede ser hombre de Paz, si no se da la Paz a los demás.
Hacer estallar la Paz en el mundo significa, entonces, que tenemos que ser hombres de Paz, vivir la Paz en nuestras vidas y ser instrumentos de esa Paz para todos. Significa hacer estallar la bomba de un saludo afectuoso a quien tiene cara de pocos amigos; la bomba de perdonar de corazón a quien te ha ofendido, aunque sea gravemente; la bomba de acercarse al adversario político o ideológico para buscar los puntos de acuerdo, y entenderse en aquellos en los que se difiere; la bomba de nunca dar por perdido a alguien que se aleja de nosotros paulatinamente, sino buscarlo y conquistarlo de nuevo; la bomba de nunca sentirse con el temor de dar un mensaje de fe y esperanza en un mundo que aparentemente las está perdiendo y en ocasiones hasta las ataca frontalmente; la bomba de procurar que los enemigos se acerquen y no se vean con odio ni suspicacia; la bomba de denunciar las injusticias con valentía y de iluminar con lo que es verdaderamente justo... La bomba de hacer presente a Jesús, el verdadero "revolucionario del Amor y de la Paz", que no hizo sino colocar bombas en todo el mundo, haciendo estallar la Paz por doquier.
También dijo el Papa Francisco que los cristianos "Tenemos que hacer lío". ¡Qué bueno que entendamos que tenemos que ser, como Jesús "escándalo y locura"! ¡Que de nada sirven cristianos insípidos, que no se sientan, que tengan como marca el silencio, la cobardía, la pusilanimidad! Por eso, tiene mucho sentido que el Papa llame a hacer estallar la Paz...
Que en el mundo se oiga el estallido de todas las bombas de Paz que hacemos caer los cristianos. Que el mundo se llene de las balas de flores, de caricias, de saludos, de gestos cercanos, que los cristianos disparamos. Que retumbe en todos los rincones el estallido de la Paz...
Hoy tenemos la posibilidad de procurar un estallido estruendoso. Hoy nos unimos en oración y en ayuno todos los cristianos del orbe y los hombres de buena voluntad, implorando al Dios de la Paz que entre en todos los corazones. Que por su presencia todos estemos dispuestos a deponer actitudes egoístas, revanchistas, dominantes, impositivas. Que por estar Él presente se callen las voces de las armas, de los cañones, de las ametralladoras, de las pistolas... Y que ese silencio sí se haga sentir de verdad. Que se haga realidad lo que dice el profeta: "De las espadas forjarán arados, y de las lanzas podaderas".
Imploremos al Dios del Amor, y ofrezcámosle nuestro sacrificio, para que la Paz sea una realidad en nuestro mundo tan lleno de conflictos, de enemistades, de guerras, de destrucción... Que estalle su Paz...
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