Jesús es un verdadero Maestro, reflejo del gran Maestro de la historia que es Dios Padre. Ese reconocimiento de su condición está implícito sorprendentemente desde su infancia. El Evangelio nos lo presenta en aquella ocasión en que se da su pérdida en el templo, cuando se les había "escapado" a sus padres José y María, y lo encuentran hablando en un grupo, a esa edad inusual, con otros hombres sobre las realidades de la fe, siendo escuchado por ellos con toda atención. Evidentemente, María y José conocían a su Hijo, y sabían muy bien hasta dónde podía llegar: "Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres", lo cual lo hacía un niño normal, quizás un poco por encima de la media, pero algo que tenía toda la lógica de que fuese sucediendo. Luego lo encontramos en numerosas ocasiones ejerciendo de Maestro en cada una de las intervenciones que va teniendo al encontrarse con su gente por los caminos. No desdeñaba una sola oportunidad para dejar su enseñanza. Él ha venido a los hombres para realizar su obra de amor magistral, rescatando al hombre con su sacrificio en la Cruz, pero lo quiere hacer no desde una obra fulminante, sino siguiendo toda una estrategia pedagógica de modo que todos vayamos aprehendiendo, escuchando, discerniendo, toda la carga de amor que hay en cada paso. Esa manera de actuar para algunos no era muy satisfactoria. Algunos incluso, dudando entre aceptar o no, lo conminaban a mostrarse totalmente como el Redentor esperado: "La gente lo rodeó y le preguntó: —¿Hasta cuándo nos tendrás con esta duda? Dinos ahora mismo si eres el Mesías". Su estilo era totalmente magisterial.
Y esa misma ha sido la actuación de Dios desde el principio. Él ha querido que los hombres oigamos su voz, escuchemos sus exhortaciones, sigamos con fidelidad el plan que nos ha propuesto para vivir plenamente en su amor y poder avanzar firmes hacia la felicidad total. Lo ha dicho y ha hecho todo lo posible siempre para que eso esté en nuestras mentes y en nuestros corazones. Pero sabe que los hombres, porque así mismo nos creó Él, somos acuciosos, y echando mano de ese atributo que nos regaló, intentemos entrar de lleno en el misterio de su amor y lo vivamos con la mayor intensidad. Y esto, en nuestra bella historia de salvación, llega a tener visos de sorpresa cuando entre los instrumentos que utiliza para hacernos llegar su mensaje, incluye hasta profetas paganos en los cuales induce una conversión para que lleguen a ser también ellos su voz para todos. El profeta Balaán, es un profeta pagano a servicio del rey de Moab, enemigo de Israel y lucha contra el pueblo de Dios. Pero Dios lo toma para sí, demostrando ser el Todopoderoso, Señor de la historia y de los hombres: "En aquellos días, Balaán, tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El espíritu de Dios vino sobre él, y entonó sus versos: 'Oráculo de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de ojos perfectos; oráculo del que escucha palabras de Dios, que contempla visiones del Poderoso, que cae y se le abren los ojos: ¡Qué bellas tus tiendas, oh Jacob, y tus moradas, Israel! Como vegas dilatadas, como jardines junto al río, como áloes que plantó el Señor o cedros junto a la corriente; el agua fluye de sus cubos, y con el agua se multiplica su simiente. Su rey es más alto que Agag, y descuella su reinado'. Y entonó sus versos: 'Oráculo de Balaán, hijo de Beor, oráculo del hombre de ojos perfectos; oráculo del que escucha palabras de Dios y conoce los planes del Altísimo, que contempla visiones del Poderoso, que cae en éxtasis, y se le abren los ojos: Lo veo, pero no es ahora, lo contemplo, pero no será pronto: Avanza una estrella de Jacob, y surge un cetro de Israel". Es una elegía preciosa anunciando el futuro de Israel y en él, el del hombre y el del mundo. Y realizada por alguien que se declaraba enemigo de Israel.
En esa estrategia pedagógica de Jesús entran muchísimas posibilidades. Tan pronto puede ser hablar clarísimamente de sí mismo, tan pronto dejar las cosas a medias, tan pronto simplemente calla para no estorbar en el proceso de discernimiento que quiere producir en cada uno. Los que más se le oponían, por supuesto, echaban manos de esa pretendida "oscuridad" para atacarlo. Por ello, cuando se encuentra con sus más acérrimos adversarios nos lo encontramos en una tensión creciente, pues era lo que querían producir sus detractores para alejar a la gente de Él y aliviar así el riesgo de perder todos esos privilegios religiosos absurdos que poseían pisoteando la dignidad de los que estaban a su cargo como autoridades religiosas que eran: "En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: '¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?' Jesús les replicó: 'Les voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestan, les diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?' Ellos se pusieron a deliberar: 'Si decimos 'del cielo', nos dirá: '¿Por qué no le han creído?' Si le decimos 'de los hombres', tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta'. Y respondieron a Jesús: 'No sabemos'. Él, por su parte, les dijo: 'Pues tampoco yo les digo con qué autoridad hago esto'". Jesús deja abierta la cuestión. Está muy claro de dónde le viene la autoridad. Lo van teniendo muy claro todos, incluso aquellos que se empeñan en negarse a aceptarlo. Pero la estrategia de Jesús, el Maestro, es que en cada paso que Él va dando y que van presenciando los testigos, cada uno vaya descubriendo quién es. Para el hombre libre, creado así por Dios y lleno de ese tesoro invaluable con el que el Señor lo ha enriquecido, su seguridad necesita ir creciendo. Un destello de luz desde el cielo sería fulminante para que todos fuéramos iluminados y quedáramos absolutamente convencidos. Pero ese no es el estilo del Maestro. Él quiere ir paso a paso. Él quiere ir cortejándonos. Él quiere que nos vayamos acercando con pasos esperanzados, suaves y firmes a su amor. Quiere que seamos nosotros nosotros mismos, dejándonos invadir por ese amor redentor que nos rescata del abismo, los que suavemente le vayamos tendiendo nuestra mano para tomarnos de la suya y dejar que esa mano, traspasada por el clavo de la Cruz, sea nuestra mayor solidez, nuestra mayor convicción, nuestra mayor seguridad, nuestra más sólida esperanza, de que todo lo que se nos ha anunciado desde el amor, llegará a una realidad inmutable en la que ya para siempre seremos los hombres más felices pues descansaremos para toda la eternidad en los brazos del amor.
Amado Señor, ayúdanos a ser ese instrumento que tú necesitas, para que muchas personas puedan encontrarse contigo☺️
ResponderBorrarBuenos días Monseñor:
ResponderBorrarDe esta lectura, sólo queda decir amén 🙏.
QDLSB.
Buenos días Monseñor:
ResponderBorrarDe esta reflexión, sólo nos resta decir amén 🙏.
QDLSB.
Las acciones de Jesús responden al desafío de sus adversarios, porque si la autoridad implica hacer crecer y dar plenitud al otro él, lo hizo con creces durante su vida y sobre todo muriendo en la cruz.
ResponderBorrarLas acciones de Jesús responden al desafío de sus adversarios, porque si la autoridad implica hacer crecer y dar plenitud al otro él, lo hizo con creces durante su vida y sobre todo muriendo en la cruz.
ResponderBorrarQue grande es tu Amor Padre, que nos enviaste a tu Hijo para que nos conquistara paso a paso, pero con Fe firme. Ese hijo que nos vino con su sufrimiento a divinizar y aumenta nuestra a hacernos herederos del Paraíso. Gracias Padre, haznos crecer la fe para hacernos merecedores de esa inigualable herencia.....amen, amen y amen
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